El cuero esta entre las fibras que pueden sufrir daños por el sol y otros elementos; por eso, este, cuándo es de buena calidad, debe lavarse y secarse delicadamente, además, no prolongar el proceso con jabones corrosivos o en remojo; con el cuero, se debe evitar a toda costa remojar la pieza o cepillarla en exceso, mucho menos colgarla a secar en ganchos metálicos que estiren la fibra.
La humectación es necesaria en estas piezas, aunque suene contradictorio; al final, es piel y estas suelen lustrarse. Para su correcto lavado, debe sumergirse la prenda en un recipiente con dos tapas de shampoo para bebé, no usar detergentes, desmanchadores, ni polvos corrosivos, entre otros; luego del shampoo colocar 3 tazas de agua tibia.
Cepillar la pieza de cuero, solo si es necesario por alguna mancha o percudido difícil, esto puede hacerse muy levemente, incluso puede estregarse pero con mucho cuidado. Si la capa de mancha o percudido no cede, bajo ningún concepto debe dejar la pieza en remojo; el proceso de lavado debe ser breve y preciso.
Enjuague con agua tibia, haga un poco de presión para sacar el exceso de agua, nunca retuerza la pieza. El secado del cuero consiste en estirar la prenda en una superficie plana boca abajo, dentro de una habitación por24 horas; pasado este período de tiempo se debe voltear la pieza, estirar de nuevo y dejar secar por 24 horas más el otro lado. Si aún está húmeda, seque levemente con secador de cabello.
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